El proyecto se desarrolla en el pueblo tradicional de Mollebaya, Arequipa, Perú, combina una vivienda unifamiliar con habitaciones de alquiler para turistas a través de Airbnb.

 

El propietario quería que estas habitaciones estuvieran separadas de su hogar, priorizando la interacción con la naturaleza y la luz solar directa en los interiores. La iniciativa busca promover el turismo y dinamizar la economía local.

 

La parcela, en una zona residencial de baja densidad, tiene dos plataformas topográficas diferenciadas que permitieron dividir las áreas privadas de las públicas. Un gran muro de piedra, elemento común en la arquitectura local, unifica el conjunto y sirve de base para los techos inclinados, integrando el proyecto con el entorno rural donde se emplaza.

 

En la plataforma baja está la vivienda para Airbnb, con espacios comunes y áreas abiertas para actividades al aire libre. La plataforma alta alberga la vivienda del propietario, con dormitorios, zonas sociales, un estudio y una piscina, todo rodeado de áreas verdes.

 

El proyecto respeta el entorno natural, usa vegetación para protegerse del viento, aprovecha un canal de riego existente y emplea materiales y técnicas tradicionales para minimizar el impacto ambiental.