El proyecto está ubicado en el eje Andrés Avelino Cáceres. El área de intervención está compuesta por usos programáticos diversos, pero de una forma desordenada y caótica. El lugar donde el proyecto se sitúa es un nodo urbano, donde una gran área comercial se relaciona directamente con zonas de viviendas de baja densidad, lo que conlleva a que los residentes tengan muchos problemas de caos y desorden. Cabe resaltar que este nodo es la puerta de ingreso a una extensa zona dedicada al comercio minoritario y mayoritario en la ciudad de Arequipa.

 

La propuesta busca acomodar usos programáticos que sirvan como un filtro, donde la relación entre el área comercial y la zona de viviendas no sea tan directa. Para tal motivo, se propone integrar usos intermedios como: oficinas, plataformas bancarias y servicios complementarios. Todos estos programas se ubican en una torre que divide la propuesta en dos zonas. Luego de un estudio de los usos programáticos propuestos, fue necesario entender los patrones urbanos que gobiernan esta zona. El resultado mostró: una trama orgánica correspondiente al área comercial, debido al desorden, informalidad y caos que en esta zona se genera; por otro lado, el patrón ortogonal de la zona de viviendas, gobernada por cuadras rectangulares y de similar tamaño. El proyecto tomo ambos patrones formales, los cuales convergen en un punto medio donde se desarrolló la torre de 21 pisos, la cual será un hito formal-espacial y programático.

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El proyecto en su lado orgánico organiza actividades como: áreas comerciales, fast foods, oficinas bancarias y de tramites documentarios, y restaurantes. Mientras que en la zona relacionada a la zona de viviendas o de patrón regular, organiza actividades como: Clínica, Educación y Cultura. En la torre la actividad predominante es el uso para oficinas, acompañado por comercio y espacios públicos en los altos para apreciar la ciudad.